Los y las activistas de Amnistía Internacional pedirán firmas antes y durante el partido del Divina Seguros Joventut (domingo, 12:30h) para garantizar la protección de Annie Alfred (Malawi) en riesgo de ser asesinada por ser albina; Máxima Acuña (Perú), activista peruana acosada por negarse a abandonar sus tierras, y Eran Keskin (Turquía), abogada y periodista que ve amenazada su libertad de expresión.
Con motivo del Día Internacional de los Derechos Humanos (10 de diciembre), Amnistía Internacional moviliza un año más a la ciudadanía de todo el mundo para mostrar apoyo a víctimas de violaciones de derechos humanos. La campaña del año pasado batió récords: se recogieron más 3,7 millones de mensajes de apoyo, casi 50.000 de los cuales sólo en España.
Durante el partido de la Penya, los y las asistentes podrán firmar en apoyo de tres casos:
- Annie Alfred (Malawi): de 10 años, corre un gran peligro porque puede ser asesinada, secuestrada o vendida por tener albinismo -trastorno que impide que la piel produzca melanina-, ya que el cabello, las partes del cuerpo y los huesos de estas personas se utilizan para hacer brujería. Son tan codiciadas que se ha desencadenado una ola de secuestros y homicidios brutales contra ellas. Amnistía Internacional pide a Malawi que proteja a las personas con albinismo.
- Máxima Acuña (Perú): campesina del norte de Perú, es una defensora de los derechos humanos que tiene un litigio con Yanacocha, una de las principales empresas mineras del país, por la titularidad de un terreno donde vive con su familia. A pesar de los intentos de desalojo y la violencia ejercida contra ella se ha mantenido firme frente a hostigamiento e intimidación violenta. AI pide a Perú que proteja Máxima y su familia de la violencia y la intimidación de la policía y garantice que no son desalojadas a la fuerza de la tierra donde viven.
- Eran Keskin (Turquía): Abogada y ex directora de periódico, ha sido llevada ante los tribunales más de 100 veces por sus críticas al gobierno turco, en particular por el trato que dispensa a la minoría kurda. Le han impuesto varias condenas de prisión a lo largo del tiempo, y en la actualidad tiene prohibido viajar. Amnistía Internacional pide a Turquía que no encarcele a Eran y que ponga fin al acoso.
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